miércoles, 2 de mayo de 2012

Hipocresía, el oxigeno de la sociedad.

Poco de toda aquella gran mentira creí aquella noche.
No se a quién ni como, pretendía engañar.
Lo más lejano a la realidad.

Poco a poco aquella mentira se iba maquillando, y así,
hacía ver algo demasiado real, su ser lo llegó a creer también.

Poco a poco el mundo recobraba y a la vez recordaba una falsa realidad,
una felicidad bañada por el dolor,
una sonrisa marcada por la nostalgia.

... Pero volvió el huracán,
arrasando con todo y todos,
dejando por supervivientes a aquellos ajenos a la historia,
aquellos que solo leyeron el índice.


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