- No, no quiero, no quiero esa felicidad, no quiero sonrisas vacías, ni miradas perdidas, no quiero aprender a volar, quiero seguir caminando, perdido por mi camino. Quiero seguir sintiendo ese filo rasgándome vivo cada segundo, quiero seguir sintiendo esa dependencia, esa soga apretada en mi cuello. Sentir que nada cambia, que todo sigue igual.
- ¿Estás seguro?
-No, jamás he estado seguro de algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario