¿Y ella? Nadie le pregunta, nadie se preocupa, nadie le acerca su hombro.
Siente como nadie le devuelve lo que ella presta, todos se van quedando poco a poco partes de ella, de su alma, de su ser.
Su corazón se rompe en diminutos pedazos al pensar que no le pasa nada, pero que si le pasara, sería la soledad su única compañera, quien la consolaría. Siempre ha carecido de un hombro fuerte en el que apoyarse, alguien en donde encontrar refugio, consuelo, entendimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario